viernes, 14 de octubre de 2011

Y llegamos a la ciudad blanca: Arequipa

Arequipa, conocida también como la ciudad blanca , está rodeada por tres volcanes, el Misti, que es el más espectacular, el Chachani y e lPichu Pichu. Se le llama ciudad blanca por el color de sus contrucciones. La piedra blanca es extraída de unas canteras inmensas de piedra volvánica que está a unos 8 km. de4 la ciudad.También es conocida como la Ciudad del Eterno Vielo Azul. Tiene un cielo precioso y casi siempre luce el sol.


Veis el cielo tan chulo que os comentaba bajo estas líneas? Y en la foto superior la la Catedral de Arequipa. Su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad. Esta catedral es la única de todo el Perú que ocupa de forma íntegra todo un lateral de la plaza de armas. Y como podéis ver está construida con esos sillares blancos que son el sello de la ciudad. Arequipa fue fundada mientras en Alfaro y Llanes disfrutábamos de fiestas el 15 de Agostode 1540. Seguro que algún antepasado nuestro estaba de fiesta con algún vino de más.




Durante los pocos días que hemos estado en Arequipa vimos de todo, varias manifestaciones, una pidiendo mejor educación, otra exigiendo menos corrupción a los políticos y también vimos un desfile militar combinado con el desfile de institutos e instituciones locales, muy variopinto.


Esta de abajo es una Iglesia de La Compañía, es decir, de los Jesuitas, es preciosa la fachada combinando motivos del barroco tardío español con decoraciones de motivos indígenas. Entramos a ver la iglesia y un cura estaba dando misa y era un señor muy mayor pero muy divertido, cantando todo el rato. Además en un momento de la celebración, se paseaba por toda la iglesia rociando de agua bendita a todos los presentes.

Mientras asistíamos a la misa, vimos esta curiosa silla-confesionario, Clara y Adela aprovecharon para hacer un poco el tonto, un pulso en una silla de confesiones.


Este es uno de los claustros del monasterio anexo a la iglesia de la compañía.


Veis en las fotos hombres sentados en los bancos de la plaza con una máquina de escribir en sus rodillas?






Una de las calles, en uno de esos extraños momentos en que no está llena de taxis. Es increíble cuantos hay, y es que la razón debe ser que muchos peruanos no tienen coche propio. Hoy al regresar al hostel hemos contado 40 coches, de los cuales únicamente 6 eran de particulares, el resto taxis. Otras dos cosas nos han resultado sumamente sorprendentes y a día de hoy serían imposibles de ver en España. Hoy viernes, por la mañana había en la Plaza de Armas, el centro, señores con máquinas de escribir en sus rodillas pasando documentos a limpio a personas que o bien no sabían escribir o que no tenían máquina ni por supuesto ordenador. Suena al siglo pasado, verdad?





Y la otra cosa que nos ha llamado la atención eran personas que llevaban petos amarillos y que por las calles más céntricas ofrecían teléfonos móviles de las dos compañías que existen, Clarò y Telefónica, para que aquella gente que esté en la calle y quiera llamar a un móvil pueda hacerlo. Tú le das el número, lo marca y te cobran según el precio.
 

Un rico desayuno,

Otro de los sitios que no se pueden dejar de visitar en Arequipa, el Convento de Santa Catalina. Fundado por una noble española en 1579, las hijas de nobles españoles venían, tras aportar cuantiosísimas dotes a este convento. Durante los primeros siglos, estas monjas vivieron rodeadas de lujo, con habitaciones individuales dotadas de cocina, a veces dos pisos, piano si sabían tocarlo y los lujos de aquella época. Algunas tenían hasta4 y 5 sirvientas.

El convento es una ciudad dentro de la ciudad, con 20.426 m2, y llegó a tener hasta 500 habitantes, siendo únicamente 180 las religiosas. También actuó como internado y como casa de acogida de mujeres maltratadas.

Estas son las vistas desde la terraza del monasterio, con 2 de los volcanes al fondo.


Ha sufrido muchos terremotos, y cuando fue restaurado para ser abierto al público pusieron a las calles interiores principales los nombres de varias ciudades españolas a las que más se asemejaban esas calles, Sevilla, Córdoba, Burgos y Toledo.

Este es uno de los patios del interior, es el patio del Silencio, era para rezar, reflexionar o laborar.


Este es el interior de alguna de las celdas.



Otro de los patios.



La cocina de una de las celdas, con la subida al piso superior y ebn un lateral y dentro de la misma celda la habitación del servicio. Vaya lujos no?


A qué ciudad os recuerda esta ciudad, a Córdoba verdad?


Esta era la lavandería, ponían una piedra en el canal, se llenaba la tinaja y allí lavaban.



Más vistas desde la terraza.


Este volcán es el Misti, impresiona verdad vivir a las faldas de uno de estos volcanes.


Curiosos manifestantes verdad?






Y por último fuimos a ver un mirador para ver los volcanes. Las imágenes hablan por si mismas.







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