Comenzamos la ma;ana muy pronto y en lugar de contratar un tour, lo hicimos por nuestra cuenta. Cogimos una combi hasta Tambomachai y de all'i anduvimos 8 kms de regreso a Cuzco, recorriendo las ruinas previstas para las visitas.
Lo primero q nos encontramos fue el Qoricancha, que visitamos m'as tarde con Borja y Mar'ia.
Primera visita Tambomachai, eran los baños termales del Inca, con unas conducciones de agua muy elaboradas y que todavía hoy siguen funcionando.
Pequeño descanso para beber agua y recuperar fuerzas con las vistas del valle de Cuzco.
Después de Puca Pucara, y tras 55 minutos de caminata con un sol abrasador, visitamos las ruinas de Qenqo, pequeñas pero muy interesantes.
Y en mitad del trayecto encontramos una feria de camélidos y así pudimos ver de cerca todas las variedades de Llamas, Vicuñas y Alpacas, eran super simpáticas.
Quién tiene más nariz?
El tour lo acabamos con el más importante de los centros arqueológicos que visitaríamos ese día, Sacsayhuaman. Además allí contratamos a una guía llamada Roxana, que era muy buena, haciendo la explicación muy amena y dándonos mucha e interesante información por el módico precio de 20 soles.
En muchos lugares, los Incas conservaban a sus muertos y los guardaban en estos huecos en la pared, ya que continuaban la vida con ellos, incluso, en las fechas señaladas, los sacaban en procesión, igual que hacemos nosotros con nuestros santos.
Esta parte fue una de las cosas que más nos sorprendió. Nos encontramos con lo que parece un patio circular rodeado de una especie de gradas, pero el uso que le daban era fascinante. Lo llenaban de agua, y por las noches podían estudiar a través del reflejo en el agua las estrellas y las constelaciones. Increíble.
En la foto inferior, se aprecian un montón de piedras trabajadas, a las que parece que les han sido arrancados cubos tallados, pues es así, Los jóvenes que querían ser "arquitectos" tenían que demostrar su habilidad tallando piedras y sacándolas perfectas, eran sus exámenes.
Además, fueron capaces en este centro de trabajar piedras colosales, aquí se ven las piedras más grandes de la cultura Inca.
Sobre estas líneas, la vista desde Sacsayhuaman de la ciudad de Cuzco. Mujeres tejiendo con el traje tçipico y no para los turistas, sino porque de verdad visten así. Curiosos los gorros para protegerse del sol.
Ya por la tarde, quedamos con dos chicos muy majos de Castellón, Bruno y Manuel, uno músico profesional y el otro informático. Coincidimos con ellos en varios lugares y al día siguiente nos fuimos a cenar y nos llevaron a tomar una cerveza al " siete angelitos", un lugar un tanto sórdido pero con un ambiente musical y de fiesta increíble, pero como a Adela le dolía la cabeza por el mal de altura, a casita pronto. Nuestro cuerpo lo agradeció al día siguiente. Gracias por todo Bruno y Manuel.
Esta es la comida del día siguiente, entrante, sopa y segundo plato por sólo 11 soles, muy cerca de la cuesta de San Blás.
Y como os decía en anteriores entradas, en Perú están locaos por los desfiles, no hay un domingo sin un desfile, por cualquier motivo, y no lo hacen demasiado bien eh?, pero es curioso de ver.
Y por fin vimos llover, después de tantos días en Perú. Aunque después nos íbamos a hartar...
Y esta era la habitación, llamas hasta en la pared.
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