El primer día es el más tranquilo a pesar de que se madruga bastante, para llegar a desayunar a Ollantaitambo y de allí, un poco más adelante comenzar a caminar. Es un día de toma de contacto con el terreno y los miembros del grupo. Éramos 7 argentinos, 4 españoles, 2 británicos, y una estadounidense. Una gente genial, tuvimos mucha suerte con el grupo.
Después de un buen rato caminando, llegó la hora de la comida. Menuda sorpresa al llegar, los porteadores tenían todo preparado, la tienda comedor, una comida riquísima, e incluso un recipiente con agua templada para que cada uno de nosotros nos lavásemos las manos con jabón antes de comer, Todo un lujo.
Esta es la carpa comedor.
Y este pavo, que estaba por allí me recordó mucho a los que tenía mi abuelo Luis en el corral y a los que mi tío Pepe les hacía un nudo en el "moco" que llevan colgando. Recuerdos de la infancia.
Las vistas durante todo el camino son geniales.
Todo el camino está también salpicado de ruinas y de centros arqueológicos.
Y una de las vistas mejores del camino, el pico Verónica, que se llama así por el nombre de la alpinista francesa que fue la primera en hacer cima.
Este cartel anuncia los animales que se pueden encontrar durante el camino. Sólo vimos las orquídeas, se ve que el resto estaban de vacaciones.
Y a la llegada, otra vez todo montado, nuestras tiendas de campaña, el comedor, la cocina, todo.
Estas eran las vistas desde nuestra tienda de campaña.
Ha tenido que ser durísimo pero precioso, algo que hace gente como vosotros una vez en la vida.
ResponderEliminarEnhorabuena, valientes.