Después de la experiencia de MachuPicchu, teníamos que recorrer Cuzco con Borja y María para que lo conociesen, y además era el día de mi cumpleaños, con lo que lo celebramos cenando juntos los 4 y además con el resto de los compañeros del grupo del camino inca. La foto de arriba es la de uno de los "mejores restaurantes" dentro del mercado central de Cuzco. Las personas más humildes se acercan allí y por muy pocos soles disfrutan de una comida completa entre el bullicio y los fuertes olores que se entremezclan en las calles interiores del mercado.
Borja tenía rota la chaqueta y como es hijo de una gran modista, estaba vigilando cómo aquella señora le reparaba el forro de la cazadora, fue muy divertido verle regatear por una cantidad ridícula.
Este de arriba es el boleto turístico que es recomendable comprar si vas a estar varios días en Cuzco, para poder visitar a un mejor precio los principales restos arqueológicos y los museos más importantes de la ciudad.
Borja comprando fruta que nunca comió.
Paseando por el centro de la ciudad.
Un pub irlandés en pleno centro, con cervezas muy buenas y patatas fritas, merecido descanso para los turistillas.
Casualidad o no el nombre de esa casa sobre las cabezas de Adela y María, jeje.
Y sobre estas líneas una de las más famosas piedras de esta ciudad, la piedra de los 12 ángulos y que ni se te ocurra tocar o rozar porque siempre hay alguién que te lo recriminará!!!
Bajo estas líneas, podemos ver la perfección con la que trabajaban la piedra, y la forma que tenían de ensamblar unas con otras por la parte interior, sin ningún tipo de argamasa, uniéndolas como si de una especie de puzzle imposible se tratase.
Perfecta alineación de varias ventanas...
Y de nuevo de excuersión, contratamos a una guía que ya nos había atendido en unos restos anteriores, ella nos buscó también el taxista y tubimos un tour privado por un precio muy bueno. Estuvo fantástico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario